Recuerdo que era mediodía, uno de esos días ardientes en que el calor asfixia.
No sé exactamente dónde estábamos, pero sé que mi madre estaba a mi lado.
Lo que recuerdo muy bien y recordaría por muchos años después,
seria la brisa repentina que se coló en el cuarto,
y el crujido que la cortina de plástico produjo,
cuando la movió el viento…
el sonido, es un sonido que, años más tarde,
cuando mi madre ya era memoria,
yo recrearía una y otra vez
en otros lugares,
en otros mediodías,
Buscaba cualquier trozo de plástico para mover, para reproducir el sonido de la cortina,
quería de alguna manera y por razones que con palabras no puedo explicar, repetir en el presente ese mediodía.